"El Conjuro" es la película más espeluznante y
elaborada que he visto en años. El trabajo en la trama es impecable,
involucrando al espectador y llevándolo gradualmente a formar parte de la
historia, hasta que es inevitable que en más de una ocasión salte de su butaca.
De forma inteligente, el director James Wan ("SAW", "Insidious") pone las cartas
sobre la mesa y presenta las situaciones para asustar y no necesariamente
mostrando "algo", sino creando la atmósfera ideal para provocar las
reacciones que van a vivir desde su butaca. Una cinta de terror que recuerda a
los verdaderos clásicos del género.
En cuanto a las "apariciones" o
"fantasmas" su trabajo de diseño supera las expectativas, sin
necesidad de montones de efectos especiales pero si pensando en el momento
adecuado para detonar un susto, lográndolo sin problema.
Las actuaciones de Vera Farmiga y Patrick Wilson como
investigadores de lo paranormal son impecables y comprometidas, al igual que el
elenco que interpreta a la familia cuya vida se pone de cabeza cuando se mudan
a una casa de campo embrujada. Meticulosamente aterradora.
Déjense asustar en cines a partir del 23 de agosto.
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