lunes, 27 de septiembre de 2010
CRÍTICA: EL INFIERNO
La realidad a veces puede ser dura, y en algunos casos, es mejor que no nos la hagan saber. Este tipo de realidad es la que vemos en la película “El Infierno” del director Luis Estrada, quien nos muestra esa parte de México que sabemos existe, pero que algunas veces preferimos ignorar, el mundo del narco.
La cinta nos muestra como un mexicano de clase baja viaja a los Estados Unidos en busca de una ‘vida mejor’. Años después, este mexicano regresa a casa para ver que la crisis, la pobreza y la violencia en su población natal han llegado a puntos absurdos. Benny García es este mexicano a quien el actor Damián Alcázar da vida. El trabajo de Alcázar se encuentra en uno de sus puntos más altos, ya que parece que este tipo de papeles le quedan a la medida y se siente cómodo con ellos, en el mejor sentido de la palabra, logrando que el público logre simpatizar con él e incluso que llegue a sentir sus mismas emociones.
La sátira y el humor negro son elementos claves en “El Infierno”. La dosis de realidad llega a momentos duros y crudos, provocando que el espectador reaccione a lo que está viendo, aunque dicha reacción pueda traer sentimientos como coraje o impotencia. Mismos sentimientos se vuelven en algo de tristeza al darse cuenta de que lo visto en la película existe y, francamente, una de las moralejas da a entender que es un peligroso círculo vicioso.
“El Infierno” es un producto completo que llega en un momento tan clave como es el Bicentenario de México y que hará pensar a muchos en uno de los mensajes vistos en la película: “México 2010, nada que celebrar”. El director Luis Estrada trabaja en elementos que se le han conocido en anteriores proyectos como “La Ley de Herodes”, pero esta vez todo está hecho a mayor escala y con muchos pantalones al ser Estrada un guionista y director que no se guardó nada.
Además del talento de Damián Alcázar hay otros rostros conocidos en el cine mexicano como Joaquín Cosío, María Rojo y Ernesto Gómez Cruz. Cada uno aportando su pedazo de realidad a los personajes que intervienen en la película, desde cabezas del narco hasta ancianas que tienen su “tiendita especial”. La estructura de los personajes es un punto muy a favor de la película, ambientada en un pueblo llamado San Miguel, que el espectador logrará ubicar claramente en el clímax de la historia.
“El Infierno” es una cinta de dos horas que cuenta con un ritmo ágil, agradable y difícil de ver a la vez. Un panorama fuerte, apto para quienes quieran ver una dosis de realidad Clasificación “C”. Hay cine mexicano bueno y malo, este (lo digo en serio) es del bueno. Hoy, en el 2010, digo que a esta película hay que verla.
Calificación: MUY RECOMENDABLE
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